CRIATURAS ALADAS
Una de las ilusiones y metas del ser humano ha sido la de poder volar. Desde niños hemos visto con curiosidad y soñando con imitar el ágil vuelo de los pájaros.
Pero a la vez nos ha perturbado la presencia de las grandes aves. Las dueñas del cielo.
Águilas, buitres y otros grandes del vuelo.
Si a esto sumamos la oscuridad o la noche. Nuestra imaginación se desata hasta el miedo.
Vienen a nuestra memoria, la horrible, sigilosa y rápida visión, de película, del vampiro.
De los demonios... Y entonces tenemos que pensar en el antídoto de los Ángeles.
Por lo que deducimos que cualquier sombra voladora, grande y nocturna. Nos revocaría el mayor de los horrores. Una paralización total.
Desde antiguo han circulado historias de secuestros de bebes o niños pequeños por enormes aves de origen desconocido y mucho mayores, en tamaño, que las rapaces que hoy conocemos.
El hecho de que sean varios casos, en diferentes partes del mundo. Y que los testigos fueran personas sencillas y creibles, sumando su aterrador relato. Nos hacen pensar en su verosimilidad.
En febrero de 1895, la desaparición de la niña de diez años Landy Junkins en Webster Country (West Virginia) fue atribuida a una de estas enormes aves. La madre de Landy envió a la niña a la casa de unos vecinos, pero nunca llegó a ella. Un grupo de búsqueda encontró sus huellas en la nieve; abandonaban el camino y se adentraban unos pocos metros en un campo. Allí, numerosas huellas se mezclaban entre sí, como si la pequeña hubiera dado vueltas sobre si misma, tal vez tratando de escapar. Nunca más se supo de ella.
Un incidente acaecido unos días después sugirió lo que pudo haberle ocurrido a la niña. Un cazador de osos, llamado Peter Swadley, fue atacado por un ave de gran tamaño, que descendió sobre él y le hundió las garras en la espalda. Swadley escapó de la muerte gracias a su perro, que atacó al ave. Esta se revolvió entonces contra el perro, abriéndole el vientre de un zarpazo, y después remontó el vuelo llevándose al infortunado animal. Un ayudante del sheriff y su hijo vieron también el "águila" gigantesca que capturó un gamo en el bosque donde ellos estaban cazando ciervos. Según dijeron, el animal tenía una envergadura de 4,5 a 5,5 metros, y un cuerpo tan voluminoso como el de un hombre.
Pero estamos hablando de enormes aves, desconocidas, pero al fín y al cabo, tan solo eso, aves.
En pleno siglo XXI, se siguen descubriendo especies desconocidas en nuestro planeta. No extraña que sean una excepción las aves.
Pero y si se diera el caso de una criatura, alada, pero diferente...incluso medio humana.
Se lo que esta pensando conforme lee el articulo. ¡Eso es pura ficción¡ Algo propio de pélicula de terror o cuento de ficción.
Pero y si, como se suele decir, la realidad mejorarala ficción. No nos daria un escalofrio el mirar al cielo en plena noche. Si tuvieramos que andar por un campo, solos.
Un matrimonio brasileño, los Real, tuvieron una visión más clara de estos seres alados. A principios de la década de 1950, caminaban una noche por un bosque cercano al mar, en la localidad de Pelotas, situada en el estado de Río Grande do Sul, cuando advirtieron la presencia de "dos aves" gigantescas en los árboles. Al acercarse más, las "aves" bajaron al suelo, y la sorprendida pareja comprobó, entre el estupor y el horror, que las criaturas medían 1,8 m de altura aproximadamente, y que tenían una apariencia humana. Estaban agazapadas en el suelo como si observaran a los caminantes.
Las visiones de humanoides alados parecen estar más ampliamente distribuidas alrededor del globo que las de aves gigantescas y supuestos pterodáctilos.
El siguiente informe nos llega desde Vladivostok, en el extremo mas oriental de la URSS. El 11 de julio de 1908, un hombre que caminaba por las montañas Sijoté-Alin vio lo que parecía ser una huella de pie humano en el camino. Su perro empezó a actuar de forma extraña, y oyó cómo algo rebullía entre las matas. Al cabo de varios minutos, el caminante, V. K. Arseniev, arrojó una piedra hacia la criatura invisible, e inmediatamente oyó el ruido de un batir de alas y vio que algo "grande y oscuro" volaba hacia el río. Por desgracia, no pudo obtener más detalles a causa de la niebla. Más tarde, cuando Arseniev explicó a sus vecinos lo que había ocurrido, éstos identificaron la criatura como "un hombre que podía volar por el aire", caso bien conocido entre los cazadores de la región.
Tres vecinos se sentaron en el porche delantero de una casa de apartamentos, al anochecer.
La señora Hilda Walker explicó más tarde: Estábamos charlando, cuando levanté la vista y a unos 7 u 8 metros de distancia vi una sombra enorme sobre el césped. Pensé al principio que se trataba del reflejo ampliado de una gran polilla iluminada por un farol cercano. Entonces la sombra pareció dar un salto hacia arriba en dirección a un árbol... pude verle claramente y advertir que tenía unas grandes alas dobladas junto a los hombros. A su alrededor había una luz tenue y grisácea.
La sombra fue vista también por Howard Phillips y Judy Meyers, quienes la describieron como una "figura de hombre con alas semejantes a las de un murciélago. Llevaba una ropa muy ceñida, de color gris o negro. Estuvo allí de pie unos 30 segundos, balanceándose en la rama del viejo árbol. De pronto, la luz empezó a desvanecerse poco a poco". Estuvieron de acuerdo también en que media unos 2 metros de altura y llevaba una capa negra, pantalones muy ajustados y botas de media caña.
Al desvanecerse la luz, pareció como si la figura también desapareciera con un fuerte ruido siseante
En West Virginia (EE.UU), una figura alada grande como una avioneta bloqueó la carretera a principios de la década de 1960. Este es el relato del suceso.
No tan visible, pero con una forma humana bien definida, fue la figura que se plantó en medio de una carretera, frente a una mujer que acompañaba a su padre en West Virginia (Estados Unidos) en 1960 o 1961. Al acercarse, la mujer redujo la marcha de su coche. Los dos atemorizados testigos pudieron ver que la figura era mucho mayor que la de un hombre. La conductora del coche explicó lo que sucedió a continuación: A su espalda se desplegaron unas alas que prácticamente llenaron toda la carretera. Casi parecía un pequeño avión. Entonces despegó rápidamente... desapareciendo de nuestra vista en pocos segundos. Los dos nos quedamos aterrorizados. Pisé el acelerador y me apresuré a alejarme de allí. Hablamos de lo sucedido y decidimos no contarle nada a nadie. ¿Quién iba a creernos?
Es verdad, ¿quién? Como quien iba a creer a los tres marines que en plena guerra de Vietnam, horrorizados dijeron a sus superiores que habian visto. Lo que en principio era una chica negra de agil cuerpo, desnuda, sobre la rama de un árbol. Y que para su sorpresa desplego unas alas, similares a las de un murcielago y batiendolas desaparecio sobre sus cabezas.
Aunque ella no lo supiera, esta mujer fue probablemente la primera persona que vio a un ser alado al que más tarde se apodó el "hombre-polilla" (Mothman), y que a finales de 1966 realizó frecuentes apariciones en una zona de West Virginia llamada Point Pleasant. Los primeros que vieron al ser fueron dos matrimonios jóvenes, los señores Scarberry y Mallette. El 15 de noviembre, ya entrada la noche, atravesaban en automóvil la "zona TNT", donde había una fábrica de explosivos utilizada en tiempo de guerra y ya abandonada. Al pasar ante una antigua central eléctrica, observaron en la oscuridad dos círculos de un color rojo brillante, que parecían ojos. Al moverse los círculos, las dos parejas pudieron ver una figura de forma humana, de una altura entre 1,8 y 2 metros, de color grisáceo y con grandes alas. Se desplazaba caminando sobre dos piernas.
Roger Scarberry, que iba al volante, describió un brusco viraje con el coche para alejarse de allí, cosa que hicieron a considerable velocidad. Sin embargo, pudieron ver a la criatura, o a otro ser similar, de pie junto a la carretera; al pasar ellos, la criatura desplegó sus alas de murciélago e inició su persecución. Aunque aceleraron hasta alcanzar los 160 km/h, el "ave" se mantuvo a su altura... sin batir las alas. La señora Mallette lo oyó chillar "como un gran ratón". Cuando explicaron su experiencia en la oficina del sheriff, éste pudo comprobar que estaban aterrorizados y les acompañó hasta la zona TNT, pero no vieron ningún hecho extraño.
Esta historia fue objeto de publicidad, y Point Pleasant se convirtió inmediatamente en foco de atención para los cazadores de monstruos. Hombres armados registraron la zona TNT, pero no encontraron a su presa. Sin embargo, el hombre-polilla seguía merodeando por allí, ya que el 16 de noviembre, al atardecer, se apareció a la señora Marcella Bennett, que se disponía a visitar a unos amigos que vivían en la zona. Estaba sentada en su coche estacionado cuando advirtió la presencia de una figura en la semioscuridad. "Le pareció como si hubiese estado tendido en el suelo. Se levantó lentamente. Era una cosa enorme y gris. Mayor que un hombre. Con unos terribles ojos resplandecientes y rojos." Al igual que las dos parejas la noche anterior, la señora Bennett se sintió hipnotizada por los rojos ojos del hombre-polilla. Mientras ella lo miraba, un amigo la cogió, junto con su hija de corta edad, y las arrastró hacia su casa.
Durante los días siguientes, numerosas personas vieron al hombre-polilla.., o creyeron haberlo visto. Nunca sabremos cuántas de estas visiones fueron causadas por el "contagio" de las historias publicadas por la prensa. El escritor John Keel se trasladó a la zona de Point Pleasant para investigar por su cuenta y, entre las diversas informaciones que reunió, estableció que el hombre-polilla medía entre 1,5 y 2 metros de altura, que era de color gris o pardo, y con forma humana pero sin brazos ni cabeza. Tenía unos ojos rojos, brillantes y luminosos, allí donde se encuentran los hombros de una persona normal. Las alas se plegaban hacia atrás, y su envergadura era de unos 3 metros. La mayoría de estas visiones tuvieron lugar en noviembre y diciembre de 1966, y seguidamente el hombre-polilla desapareció.
Una criatura semejante por lo de alada y escalofriante fué vista durante varios dias en el pueblo Extremeño de Vegas de Coria. Pero eso se lo contaré otro día.
Hasta la próxima. !Salud¡
Si eran marines haciendo guardia llevaban armas. Asi que, ¿entonces porque no le dispararon para tumbarla?
ResponderEliminarTal vez podrian haberla matado y hasta recuperado el cuerpo.