Croglin Grange era una mansión inglesa cuya vista dominaba la Iglesia de la hondonada vecina.
La alquilaron tres hermanos, dos hombres y una mujer.
Una noche, cuando la hermana estaba ya en la cama. Advirtió con intranquilidad que algo se arrastraba por el césped y se dirigía a la casa.
Era una especie de bulto deforme..., algo semejante a una solida sombra. Que se arrastraba con trabajo. Se sentó en la cama para verlo mejor y quedo paralizada entre el asombro y el terror.
Aquella "cosa" se acercaba a la ventana. Era un figura oscura, y lo más horrible, eran sus ojos.
¡Unos ojos llameantes!
La jadeante figura se paró ante la ventana. Mientras a la joven parecía paralizarse le el corazón.
Arañó la ventana con sus huesudas manos y una de las hojas cedió. Abriéndose y proyectando su sombra en el interior de la habitación.
Se olló un grito y un estruendo. Todo ello hizo que los dos hermanos se despertaran y corrieran hasta la habitación.
Pero la criatura había desaparecido. En el suelo yacía la hermana, inconsciente y ensangrentada.
Uno de los hermanos persiguió a la siniestra figura. Pero la perdió entre los arboles.
Llevada al hospital, la joven se restableció y valientemente pidió volver a la casa.
Casi un año más tarde. Una noche la joven dormía, cuando fue sobresaltada por algo que arañaba la ventana. Y pudo ver como aparecían las largas uñas y la huesuda mano de la criatura.
Llamó a sus hermanos, que dormían con armas en la habitación y que acudieron corriendo.
El espantoso ser intentó huir. Pero uno de los hermanos le disparo dándole de lleno. Aún así huyo dirigiéndose al cementerio de la iglesia cercana.
Cuando los dos hombres penetraron en la bóveda del cementerio. Descubrieron asombrados, que todos los ataudes habían sido profanados y estaban abiertos. Salvo uno.
En el se encontraba la repugnante criatura...con un tiro en una pierna.
No había duda. Se trataba de un vampiro.
Y como tal fue tratado. Las normas de la época aconsejaban, cortarle la cabeza y reducirlo a cenizas. No se volvieron a producir incidentes desde aquel día.
Hasta la próxima. ¡Salud!
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